jueves, 17 de noviembre de 2011

Simulacro

Jueves, 17 de noviembre 2011



Foto realizada por Santiago en el último simulacro
 llevado a cabo en Seúl. Trabajdores de Banca., 15 de Marzo 2011.
Gracias, Santiago
Querida mamá:
Al final he llegado al autobús de las diez. Incluso me ha dado tiempo a comprar una coca-cola y sacar dinero. Hoy viene mucha gente con nosotros. Está bastante lleno, aunque nada que ver con el de las siete de la mañana.




Hoy no se que haré en Suwon. Tienen entrega el lunes y están muy agobiados. Han tenido solo dos semanas para el desarrollo constructivo del proyecto. Hoy se supone que deberíamos corregir, pero como somos unos profesores un poco "especiales", quizá me vaya al despacho y que se pasen por ahí, si quieren. Es decir: no se pasa ni Blas. Lo de mi estudio es un poco deprimente. Al rescate gráfico de ayer solo vino una de mis alumnas. Desde luego, esa chica va a recibir algún punto extra mío y de Ciro. Era una de las cinco gracias. Pero la he expulsado del grupo, no se merece estar ahí. La he cogido mucho cariño. El resto de mis alumnos y de los de Ciro no vinieron ni a la conferencia de la semana pasada. Aunque estamos convencidos que son algunos profesores los que les sugieren que es mejor que sigan trabajando en el proyecto.

 
A la izquierda, la exgracia.
La de la derecha fue premiada como la mejor alumna del estudio 44 en la última sesión.
La situación es dramática. Ayer, nombramos a Gerrit Rietveld en clase. Ninguno de los alumnos conocía su existencia. Y de la Red Blue Chair, ni hablamos. De verdad, no se que estamos enseñando, me refiero a nivel global, en la educación universitaria. Y lo más sorprendente de todo, es que al final salen adelante, pero el tiempo que se ahorrarían si les ayudásemos un poco.


Cambiando de tema. El martes vivimos otra experiencia surrealista. Es lo que tiene vivir en una zona "conflictiva".
Todo ocurrió mientras comíamos en un italiano que nos gusta mucho. Tienen un menú de mediodía bastante económico. Un plato de pasta y una pizza para los dos por 19.900 won. No sé si te he dicho que la pasta en Corea la hacen de miedo. Parece italiana.
Acabábamos de llegar, cuando comenzamos a oír una sirena en la calle. No te imagines una sirena de ambulancia, bomberos o policía. Se trataba del típico sonido de ataque aéreo, el que gracias a Dios, nosotros solo hemos escuchado en las películas. Ciro comentó, en plan de broma, que era Corea del Norte que  estaba atacando. Empezó siendo un sonido muy débil, pero poco a poco, fue en aumento.

Esta foto de Ciro me gusta
Tengo que hacer un paréntesis.
Seguro que ya lo he contado. Tengo tendencia a repetirme, en fin, por si acaso. Seúl es la ciudad con mayor red wifi del mundo. La lista de redes en el teléfono a veces es interminable. Para conectarte a muchas de las redes necesitas clave pero hay algunas que están abiertas y no necesitas ningún tipo de contraseña. Es bastante curioso, ya que existen distintos niveles de redes. Están las wifi de lujo, es decir las que te cuestan dinero. Te permiten hacer de todo, a una velocidad prodigiosa, tras previo pago de una cierta cantidad. Otro nivel es el de las baratas o medio gratuitas. Abres internet o el correo, por ejemplo, y todo apunta a que tienes conexión. Te emocionas, escribes y cuando le das a la tecla "enviar" aparece el cartelito: "imposible mandar mensaje, no hay conexión". Te permiten ciertas consultas pero ninguna acción. Si quieres "ejecutar" debes pagar. Y por ultimo, los superofertones o gratuitas cien por cien. Esa son las que me gustan. Yo, cada vez que llego a un sitio, miró en el iPhone el tipo de red que tengo. De hecho, parezco una loca. Lo creas o no, cada cinco segundos las redes son distintas. Las de lujo son inmutables, siempre están ahí para recordarte lo miserable que eres. Los ofertones, por el contrario, cambian constantemente. Estoy obsesionada, en el autobús sobretodo, enciendo el teléfono cada cinco segundos para buscar ofertas. Me lo sé tan bien que podría realizar y actualizar perfectamente un mapa de la red wifi de Seúl. Quizá encuentre trabajo haciendo eso...


 Bueno, el caso es que en el italiano, según donde nos sentemos, tengo o no ofertón!!!! Ese día estaba "en línea" y recibí un mensaje por whatsApp de Santiago: "Estamos en un simulacro periódico de emergencia". Miré a Ciro alucinada y se lo dije. Contesté a Santiago preguntando qué teníam os que hacer. Nada, contestó. Pero si estáis en la calle, a lo mejor os mandan a un refugio bajo tierra.
Me moría de ganas por salir pero la comida estaba en la mesa. Duró a penas media hora, intenté grabar el sonido pero tarde bastante en encontrar la aplicación el iphone. (Se nota que todavía me estoy haciendo con él.) Por lo visto antes eran muy frecuentes estos simulacros, y cada vez se van espaciado más en el tiempo.
Este es un tema que me interesa bastante, siempre he tenido una naturaleza muy morbosa. Ciro me comentó, que en realidad, Corea del Sur y Corea del Norte todavía están en guerra. Y que en cualquier momento puede volver a estallar el conflicto. Espero que Santiago me iluminé en esta cuestión.

Te dejo. Estamos llegando a Suwon.

Un abrazo

María

En nuestro bar favorito, la tertulia de Seúl.
 Siete horas después... Lamentablemente en Suwon no hay superofertones. He escrito el correo durante el viaje de ida y no he podido mandarlo. Ya estamos volviendo. Cuando cace alguno en el trayecto, lo enviaré.

He visto tu correo en el ordenador de Santiago. Te contestó. Ciro quería votar y de hecho hizo todos los papeles necesarios en la Embajada nada mas llegar. Pero la calidad de la administración española también llega a Seúl. No ha recibido todavía nada, con lo que no creo que pueda.

Se han confirmado mis sospechas matinales. No ha aparecido ningún alumno. Es más, el estudio de Ciro estaba cerrado y sin nadie dentro...

Trabajando (en el blog) en la mesa
de la residencia


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