viernes, 11 de noviembre de 2011

Cuidadito con mirarse el ombligo!!!!

Nota previa: Todos tenemos alguna obsesión/peculiaridad personal. Esta entrada refleja una de las mías.



Ayer, en clase, di mi primer mitin político.

Impartimos otra de las clases que conforman nuestro plan de choque y rescate gráfico. Esta vez versaba sobre el apasionante mundo de la impresión de un plano de arquitectura. Sin entrar en demasiados detalles, lo explico para los no arquitectos, los programas de dibujo con ordenador han cambiado muchas cosas con respecto al dibujo tradicional. Y una de ellas tiene que ver con en el tamaño del dibujo. Con herramientas gráficas manuales, la operación de escalar (ampliar o reducir proporcionalmente todas las medidas del objeto de estudio) se realiza en el momento que se comienza a dibujar. Tiene su lógica, si queremos dibujar, por ejemplo el Ferrari de Alonso, tendremos que escalar todas las medidas del coche para que quepa en el papel. Cuando se dibuja en ordenador, esa operación la omites ya que no es necesario escalar las cosas. Todo debería dibujarse a tamaño real; el espacio virtual del ordenador es infinito, no tienes las limitaciones del soporte papel. Solo se tiene que:

1. Elegir la unidad de longitud
2. Definir el zoom adecuado
3. Localizar o situar tu dibujo en esa vista
4. Dibujar

En el momento que quieres trasladar el dibujo de pantalla al papel (impresión) es cuando amplias o reduces el objeto dibujado.

En España, al igual que en Corea, como sistema de medida se utiliza el sistema métrico decimal (se denomina decimal porque los múltiplos y submúltiplos de cada unidad de medida están relacionados entre sí por múltiplos o submúltiplos de 10). Elegir milímetro, centímetro o metro como unidad de longitud suele estar condicionado con el tamaño real del objeto que se quiere dibujar. Una cosa muy pequeñita (Small) se debe dibujar en milímetros, una intermedia (Medium) en centímetros y una grande (Big) en metros. Y explico los porqués.
La razón más obvia tiene que ver con el ahorro de tiempo en la introducción de las medidas. Si por ejemplo, quieres introducir una longitud de153 metros, es más rápido hacerlo en metros que en milímetros ya que en metros tiene menos cifras: tres frente a seis. Y lo mismo ocurre con algo muy pequeño, dos mm, en milímetros, tiene una cifra (2) y en metros tiene cuatro y una coma (0,002).
Al margen de esto, el principal inconveniente es el "tamaño" de error que se puede cometer si no se utiliza la unidad adecuada. Imaginemos que quiero dibujarme y comienzo por trazar una vertical en milímetros como referencia de mi altura (1,65 metros). Y me equivoco. Se me olvida poner el último 0. And believe me, es  fácil equivocarse. El error es bastante considerable. Sin ser una bigarda, he pasado de tener una altura razonable a ser un gnomo. He mutado a tener la altura de un vaso de tubo de los que le gustan a mi amiga Esther. Cuanto mayor es el desfase o salto entre la unidad y la dimensión, mayor y más grave será el error.

Después de este breve coñazo, ayer descubrimos que los coreanos miden TODO en milímetros. Sí, sí, da igual que sea una lentilla, tenedor, lámpara, silla, coche, stand, apartamento, museo, parque, urbanización o provincia que la unidad de longitud que usan es siempre el milímetro. Al comenzar la clase, no sabíamos que era algo oficial y generalizado en todo el país. Así es que me dedique a explicar a los alumnos que a partir de ese momento iban a empezar a dibujar las cosas seleccionando la unidad más adecuada para cada objeto.
En uno de los descansos, Santiago me explicó que en Corea, al igual que Japón, el mundo de la construcción mide en milímetros. Estaba totalmente atónita. No me atreví a preguntar si la unidad de superficie es el mm2. Volví a clase, les comenté la información que había recibido de Santiago y que intentaría adaptarme a semejante peculiaridad. Pero, seguía dándole vueltas; no podía dejarlo estar. Ahí empezó el breve mitin reivindicativo: …”Estáis obligados a intentar solucionar los errores y cambiar las cosas que están mal. Quizá si vosotros y las presentes generaciones de estudiantes de arquitectura e ingeniería comenzáis a hacer las cosas correctamente, en un futuro no muy lejano, todo el mundo se adaptará al cambio”.* Evidentemente no me van a hacer ni caso, no tengo las dotes de Obama.

Una cultura cuya unidad de medida es más pequeña que un ombligo es...
No me atrevo a calificarla sin herir la sensibilidad de nadie.
No puedo imaginarme lo que deber ser una medición de una obra en Corea. Las celdas del Excel full of 0000000000.

Un abrazo
María

* He tenido el sentido común (ese que los coreanos no tienen en materia de unidades) de escribir el mitin en español pero el idioma original fue el inglés, no digo más....

4 comentarios:

  1. Ja, ja.
    Se me ocurre una explicación de conversación tabernaria hispana: "la elección de esa unidad de medida mínima, debe tener que ver con la dimensión absoluta de sus apéndices corporales varios"

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  2. No me ja hecho falta acabar de leer, lo del ombligo lo puso a huevo subliminal. Tienen sus complejillos. Suscribo tu respuesta a la última conferencia de Maria, salvo lo referente a los destinatarios, pero es verdad que no es lo mismo una conf. Que una serie de ejercidos a lo largo de un curso, eso sí lo asimilan. Ciro

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  3. Bien lo del ombligo, je.

    Lo de las dimensiones tiene un trasfondo cultural que mezclado con un afán de normalización (tras la Segunda Guerra Mundial) ha resultado esta curiosa convivencia de estándares y costumbres.

    Tanto Corea como Japón adaptaron a su manera de construir el sistema de medidas chino. En arquitectura, Japón lo complicó bastante a partir de la época Edo (cuando la capital se trasladó a Tokio, en 1603). Hasta entonces el módulo arquitectónico era el tatami, que tenía un valor fijo y universal. Pero en Edo, decidieron aplicar el módulo a los ejes de estructura (el poste de madera), lo cual suponía reducir los tatamis para poder incluir el grosor estructural. Aunque las variantes de espacios (digamos módulos estructurales) son limitados, ello imponía pequeñas variaciones en la dimensión final del tatami, según los espacios fueran mayores o menores. Perdonad el rollo, pero es importante que tengáis una idea de la contradicción que supone la simplicidad del sistema modular japonés (tan apreciado pro los occidentales) con la complicación real de su puesta en práctica constructiva.

    Con la anexión de Corea al Imperio Japonés, se impuso el sistema de medida nipón. Tras su independencia, una de las primeras cosas que hizo Corea fue adherirse al estándar métrico internacional. Pero por la razón que sea, la costumbre milenaria del sistema chino (el japonés no deja de ser una variante), y la ecuación inherente al tatami Edo:
    (dimensión arquitectónica) = (complicarse la vida)
    han quedado como una capa superpuesta a la racionalidad cartesiana del metro. La generalización del dimensionalmente anti-intuitivo autocad como herramienta de delineación (soy de los pocos bichos raros que llevan sobreviviendo ya 26 años con sistemas de CAD alternativos, y no sabéis qué feliz estoy) ayudan a que todo el mundo vea este desbarajuste como algo natural.

    Cuando trabajo para Japón o Corea, los planos tienen que ir acotados en milímetros. Ya nos hemos acostumbrado. Ajustamos el sistema para que acote en metros con tres decimales mostrando siempre las tres cifras. Como además nuestra coma decimal lo interpretan como el separador de millares, nadie lo ve raro. Tan ricamente.

    Yendo al grano ¿por qué milímetros?
    Solo puedo hipotetizar. Se me ocurren tres posibilidades:

    1.- En Japón constructor y carpintero son sinónimos. La carpintería exige precisión, y su dimensión ideal es el milímetro. Ello ha quedado hasta ahora. La arquitectura sigue siendo trabajo de precisión, más en Japón que en Corea. Pero el "pique" de Corea con Japón está ahí....

    2.- Aversión a los decimales. Hasta hace 20 años, el ábaco era la calculadora habitual. Aunque existen métodos para calcular con decimales, es todo más sencillo con cifras enteras. El usar el milímetro como unidad garantiza la ausencia de los molestos decimales.

    3.- La dictadura de autocad. El milímetro hace que las escalas de impresión sean intuitivas, por una vez en la vida.....

    Pata terminar, tus preguntas:

    SUPERFICIES
    Ni mm2 ni m2.... Pyeong (평 en Coreano, 坪en escritura china).
    Legalmente desde 1984 se debe usar en todo el sistema métrico, pero tanto en Corea como en Japón el pyeong (aproximadamente 3,3m2, o dos tatamis) es lo único que la gente (y arquitectos) entienden. Como los sistemas de CAD dan la superficie en m2, hay que hacer el cálculo, y en planos de ponen tablas con las dos dimensiones. Pero en general oiréis hablar de "Pyeong" en Corea, y Tsubo en Japón, nunca de metros cuadrados ("metro cuadrado", una palabra larga y misteriosa).

    Y hay más... la forma de contar, especialmente cifras grandes, es diferente a la nuestra. A partir de los millares, se hacen un lío (con nosotros, no entre ellos) porque tienen que traducir su sistema al nuestro. Cuando manejéis cifras grandes con los orientales, o bien escribís en el papel las cifras con todos los ceros, o os aprendéis su sistema de numeración (que es lo que he terminado haciendo yo). Si no, los errores son peligrosísimos...

    Pero eso ya será tema para otro día....

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  4. Di que sí María. En unos años aparecerás en los libros de historia coreanos. "Hace muuuuchos años medíamos en mm, hasta que vino una española y nos explicó que era mejor optimizar la unidad de medida según qué fuésemos a medir. Ella nos abrió los ojos y desde entonces nos hemos dado cuenta que medimos apenas un metro y pico"

    Y los vasos de tubo son un asco.

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