martes, 15 de noviembre de 2011

La cuarta dimensión (Ocio en Corea II)

Lunes, 14 de noviembre de 2011



Querido Diego:

Como habrás podido deducir, el correo sobre el cine tiene segunda parte.

Estamos tan adaptados a la vida seulense (gentilicio de Seúl: seulés, -sa, seulense; lo he mirado en Internet, tenía curiosidad) que no pudimos evitarlo y repetimos experiencia con otra película: "Inmortals" ( y no "The Inmortals" que tiene más años que Matusalén).


Foto de antes y de despues.
La mutación fisica va acompañada
de un  incremento del grado
 de horterismo del personaje 
Para nosotros, elegir película en Corea es bastante fácil, nos guiamos por el póster de promoción (los diseñadores deberían tener en cuenta este dato, es muy importante). Todas aquellas con algún oriental en la imagen están descartadas, con lo que la oferta se reduce bastante. Entre las que quedan (una, dos y si hay suerte, tres), apostamos por las de habla inglesa. Digo apostamos, porque nunca estás seguro al 100% ya que el director y reparto están escritos en coreano. En esta segunda ocasión fue muy fácil, casi obligado, había tres películas: en una salía Bardem (totalmente descartada), otra fue la del primer día (también descartada), con lo que solo nos quedaba la historia cinematográfica, muy cinematográfica, de Teseo y el Minotauro. En esta fantasiosa versión, la bestia está encarnada por el también bestia, Mickey Rourke. Por cierto, que mal se conserva este chico. Todavía recuerdo las pasiones que levantó cuando se estrenó 9 semanas y media. No sé por qué comento siempre algo sobre los actores....


Continúo...


Después de nuestra primera aventura, estábamos un poco crecidos. Esta vez iba a ser coser y cantar. Volvimos a repetir todos los pasos, todo iba perfecto, película, sala, asientos y combos. Ya estábamos en la pantalla de pagar, habíamos insertado la tarjeta en la ranura correspondiente y nos acercábamos con éxito al final de la operación. Y ahí estaba, un gran rectángulo rojo, en el centro de la pantalla, esperando que se introdujese la fecha de nacimiento. Miré a Ciro con una sonrisita de triunfo y pensé: esta vez la máquina no nos pilla. Comencé a teclear mi cumpleaños: 451970, todo iba según las instrucciones, cada número se convertía en un círculo negro dentro del rectángulo. Al finalizar pulse la tecla izquierda [Aceptar]. La pantalla durante una milésima de segundo se pone negra, comienza a oírse a una tía diciendo no sé qué y muestra un mensaje de error muy claro, incluso para nosotros.

No pasaba nada, los coreanos introducen el mes antes que el día. Seguro que ese había sido el fallo. Lo vuelvo a intentar, esta vez con 541970 pero con el mismo resultado.

En la máquina de al lado había un grupo de chicos jóvenes, era una hora con mucha menos gente. Ciro no podía creérselo y se negaba a padecer el mal rato del otro día. Sin dudarlo, les pidió ayuda. Encantados, empezaron a dar botones, no metieron ninguna fecha, ni número, ni nada que se le pareciese. Solo la tarjeta. Ya teníamos entradas.

Al llegar a la puerta de la sala, esta vez preguntamos directamente a donde dirigirnos, examinamos detenidamente el plano colgado en la entrada. Localizamos perfectamente nuestros asientos. Sin embargo, había algo inquietante en ese dibujo: la mitad superior de los asientos eran naranjas y la inferior grises. Estuvimos haciendo hipótesis sobre el porqué, y llegamos a la conclusión que era por la mejor o peor visibilidad de la película.

Entramos de los primeros. En Corea, antes de la película también proyectan trailers pero mezclados con la publicidad. Por cierto, para los publicitarios, el nivel medio de los anuncios es muy bueno y bastante diverso.

Tras acomodarnos, de repente, comenzamos a sentir una pequeña vibración en el culo (perdona). Comienza a hacerse más intensa, miro a Ciro y le pregunto si él nota lo mismo, me dice que sí. Se para. Comienza de nuevo, es bastante desagradable, empiezo a protestar.

Transcribo diálogo:

C: Debe ser la cuarta dimensión.

M: (estupefacta) ¿De qué coño estás hablando?

C: De lo que nos comentó Santiago sobre los cines en Corea, experimentar la cuarta dimensión.

M: Pero, ¿qué dices? Yo no me acuerdo de que nos hablara de nada de eso.

C: Sí, nos dijo que hay salas con olores, humo, movimiento, etc...

M: Pues a mí esto me parece como tener un vibrador en el culo y nada que ver con la cuarta dimensión. Me niego a ver una película con esto debajo de mí, durante dos horas.

En ese momento nos dimos cuenta del significado de los dichosos colorcitos. La zona superior era 4d y la inferior 2d (ya que esa sala no contaba con la tercera dimensión.) Nos empezamos a reír bastante y a decir bastantes tonterías que no voy a repetir. Me fui a las filas de delante e hice una comprobación, me senté y no había encuentros en la cuarta fase. Me levanté y le dije a Ciro que si al comenzar la película, el cine no se llenaba, nos cambiamos de sitio.

Al final, supongo que te acostumbras. Vimos la 4d de Inmortals por primera vez. Habrá que probar todas las dimensiones al mismo tiempo. NeXT time.

Un abrazo

María

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