viernes, 7 de octubre de 2011

Nuestra primera corrección coreana


Santiago Porras corrige al primer grupo. La silla vacía es la mía

Viernes, 7 de Octubre de 2011
Querida Mama:
Antes de nada, espero que hayas vuelto a dormir después del malentendido de esta mi mañana y tu madrugada. Me ha encantado hablar contigo.
Ayer fue un día bastante intenso. Nos despartamos a las 6:15 de la mañana ya que teníamos que coger el autobús de profesores a las 7:15 para ir a Suwon. La corrección comenzaba a las 10:00, teníamos varias opciones de transporte (metro, metro y autobús o autobús) pero todo el mundo nos recomendó coger el autobús de profesores. No tuvimos ningún problema para que nos dejasen pasar. Por si acaso, nuestro amigo Ian había escrito un papel donde explicaba en coreano quienes eramos (suponemos que decía eso).
Suwon está a tomar por culo (siento el vocabulario, pero no se me ocurre otra descripción). Tardamos alrededor de una hora y media ya que va parando en distintos sitios. Durante la primera media hora fuimos solos pero al llegar a Sadang el autobús se llenó.  Sadang podríamos decir que es el equivalente a Avenida de América y de allí salen miles de autobuses que van a las distintas universidades al sur de Seúl.  Tanto Ciro como yo empezamos a sospechar que son algo racistas o al menos no les gusta mezclarse con los occidentales. En el transporte público nunca se sientan a nuestro lado. Este pequeño detalle empieza a gustarme ya que tengo un verdadero problema con los olores de esta ciudad. Uno de los miles de aromas de Seúl es el ajo  y como bien sabrás este olor se impregna en la ropa. La señorita que sentó a mi lado (no quedaban sitios libres) desprendía un olor insoportable a ajo (y eran las 8 de la mañana) por lo que  tuve que sacar mi frasquito de colonia portátil para aspirarlo de vez en cuando. El problema fue que me quedé dormida y cuando llegamos a Suwon tenía la marca de Channel en la mejilla como si yo fuera un producto de alto consumo.
En el centro de la imagen, Jong Won Lee (coordinador de 3º y mi compañero de fatigas) La estudiante de la izquierda (una de las que no hace mas que reírse) es del  estudio 41 (el mio. ) El de la derecha, lo conocéis.

Al llegar al campus nos fuimos a tomar un café ya que todavía teníamos un poco de tiempo hasta las 10,00 que era cuando empezaba la corrección para todos los grupos de tercero. El tercer año de arquitectura está compuesto por 5 grupos con 12-15 estudiantes por estudio. De los 5 profesores, tres son coreanos y dos extranjeros. Uno de los extranjeros es Santiago Porras y el otro es un francés, bastante joven, que acaba de llegar de Japón donde ha hecho el doctorado (8 años). François tiene contrato durante dos años en SKKU. A nosotros nos han puesto como profesores ayudantes de dos de los coreanos. El mío (Joong Woon Lee) es el coordinador de tercero, tiene una pinta estupenda y habla inglés maravillosamente ya que ha estado en MIT durante 13 años. El profesor de Ciro (Hang Jong Lee) es algo más estirado y no habla ni papa de inglés. El curso escolar está divido en dos partes con las Navidades y Verano como puntos de inflexión (dos meses de vacaciones tanto en Navidades como en verano) por lo que nosotros hemos llegado para el final del curso y con el ejercicio iniciado.
Joon Woon Lee (el de la gorrita) nos reunió en su despacho y nos explicó el sistema. Son bastante germánicos. Eran trece grupos de cinco estudiantes cada uno (uno por estudio). Cada estudiante tiene tres minutos para hacer su exposición (tiene una campanita, gestionada por los alumnos, que les avisa a la mitad y al final del tiempo) y después de cada grupo un único profesor hace una valoración de los cinco proyectos. Nos facilitaron una hoja en coreano con el nombre de todos los estudiantes con una casilla para la nota y otra columna para los comentarios que luego publican. Al final la nota sale de la media de todos las evaluaciones en una escala de 0 a 20 (el aprobado está en el 60 en lugar del 50).  
El coordinador comenzó presentándonos de nuevo a todos los que estaban y Ciro ya tiene club de fans. Cuando dijo su nombre hubo una par de ovaciones. El nivel es bastante desigual. Los grupos de la mañana fueron bastante mejor que los de la tarde. Se suponía que era la primera sesión pública y tenían que enseñar las ideas para su propuesta de rehabilitación de la antigua estación de Seúl. El nivel gráfico es desastroso. Se nota que no han tenido ningún tipo de formación en dibujo (el que sabe es completamente autodidacta).
A mí me toco hablar en cuarto grupo, después de Santiago, François, y el profesor de Ciro (que hablo en coreano). Hice una intervención breve y bastante general. Ciro lo ha grabado en vídeo pero no sé si me atreveré a publicarlo en el blog. Justo después de ese grupo, hicimos el descanso para comer. Comimos en el departamento todos juntos, pidieron comida japonesa (aquí es bastante habitual que manden la comida a la universidad o a donde sea): cerdo rebozado, sopa miso, ensalada de col y por supuesto gimchi. Yo me deje prácticamente todo excepto la sopa.
El siguiente bloque lo corrigió Ciro mientras yo le grababa. Lo hizo muy bien aunque se enrollo un poquito (él no me creía pero lo bueno del video es que queda constancia del tiempo y cuando lo vimos después lo flipo un poco). El francés estaba fascinado con Ciro y el coreano (con el que doy clase) conmigo con lo que todos muy contentos. Cuando me tocaba mi segunda intervención, le cedí mi puesto a Ciro ya que yo ya estaba agotada y sabes lo poco que me gusta eso de corregir uno por uno. Esta vez, Ciro fue mucho más breve y yo dije una cosita al final. Como solo quedaba un grupo, dos de los profesores coreano me pidieron que hiciera yo la corrección y no pude librarme. En esta intervención me vine un poco arriba y me lié un poquito tratando de explicar la expresión española “grano” para algo que no acaba de integrarse con el contexto. Por cierto, como se dice grano en inglés? Al final, salí bastante bien del atolladero pero no debo olvidarlo: claro y breve.

Ciro entrando en el edificio de arquitectura de
Suwon a las 9:45 de la mañana

Acabamos a las 8:00 y ya nos han confirmado que los jueves por la tarde (1:30-7:00) damos clase nosotros solos. Les pedimos permiso para juntar las clases durante una hora para explicar algunas cosas y no nos pusieron ningún problema. Cogimos el autobús de vuelta hasta Sadang y el metro hasta la residencia. Totalmente agotados…
Un abrazo
María


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