Lunes, 28 de noviembre 2011
Buenos días mamá:
Nuestro querido GB, hoy, está cerrado. Estoy en otro café, junto a la puerta principal de acceso a la universidad. Ante este contratiempo, me ha dado por investigar. Ninguno como GB, ni como la chaise longue de Guranaru. El café está bien pero la señorita que atiende no es la más simpática de Corea; que borde!!!!
Tengo muchísimas cosas que contarte después de este intenso fin de semana. El sábado vivimos tres experiencias, más bien cuatro, dignas de un par de líneas. Probablemente en este correo solo cuante un par de ellas.
Pasábamos de una "carpa" a otra a través de un complejo sistema de cierre y apertura que agravaba la sensación de estar en el mayor espectáculo del mundo. En las fotos podrás apreciar a lo que me refiero. El escaparate del mercado se producía en el espacio “vacío” o calle que generaban las filas o hileras de carpas. Pero se podía pasar de un sector a otro atajando por el interior de las carpas. En el interior de las pabellones, tampoco había demasiada actividad. No sabemos si porque era sábado, pero el mercado estaba a medio gas. La verdad es que si todos los vehículos que había almacenados y aparcados se pusieran en marcha a la vez la impresión debe ser completamente distinta.
Como le explicaba a Ciro, las fotos que hice se centraban en pequeños detalles y tuve tiempo para preparar y elegir las fotos. Todo lo contrario a la gran pecera donde era imposible concentrarse en un solo detalle. Tras dar una vuelta por el pabellón de pescado y comparar con rigor, decidimos abandonar el mercado y encaminamos nuestros pasos al “Lotte World”.
Conseguimos llegar a la planta calle después de pasar por todo tipo de “atracciones” inimaginables para una mente de cierta edad occidental. Hubo una que me encantó: un aeropuerto para niños, venta de billetes, información de vuelos, facturación, embarque etc…El personal de tierra perfectamente uniformado, facilidades para grupos, salas de espera, zonas vip. Los vuelos no sé a dónde te dirigían (no pudimos cogerlo) perro la idea me pareció grandiosa. Era una pasada ver a todos los niños haciendo fila para facturar. No obstante, como todo el mundo sabe, los niños no suelen viajar solos. Y si para los niños el mundo Lotte es el paraíso para los adultos es el absoluto infierno. En nuestro periplo por los pasillos del infierno topamos con una acceso cerrado al espacio central, ese que prometía ser por lo menos, la sexta o séptima dimensión. Ciro comenzó a ponerse muy nervioso; lo que se podía ver desde ese hueco puerta no era mucho, pero todo indicaba que íbamos a tener que pagar una entrada para disfrutar de la vista. A lo que yo me negaba.
Tras la comida en un restaurante chino, en la planta baja del mundo, yo comencé a sentirme mejor y acepté reiniciar la expedición. Subimos, bajamos, entramos, salimos pero no había forma de acceder al espacio. No sabemos bien como, sería incapaz de dar instrucciones, accedimos a la pista de hielo, base del paraíso infantil. Se trataba de una espacio vacío con una altura equivalente a cinco o seis plantas cubierto por una gran bóveda de cristal. En el perímetro del vacío y en las tres plantas se desarrollaban miles de cosas. El parque de atracciones está en la última (como todo el mundo sabe, la mejor) y no pudimos acceder. Pero desde la pista de hielo se veía todo a la perfección: montañas rusas, trenes, casa del terror, tío vivos y la atracción estrella, al menos para Ciro: varios globos aerostáticos (eléctricos) que te facilitaban el paseo alrededor del parque. Los pequeños detalles tampoco faltaban: nieve proyectada por dos grandes cañones.
En fin, me hubiera gustado muchísimos que estuvieran conmigo Hugo, Pía y Sofía. Ellos lo hubieran flipado. Y a estos sitios, se debe ir con niños…
Un abrazo
María
Es para mi un honor, en estos tiempos para mi cercanos al suicidio, leer estas "cartas a mamá"... saber que estais bien y tener algo apasionante que echarme a la cabeza. Un abrazo, intentaré seguiros aunque mi intensidad es de corto alcance.
ResponderEliminarPdta: Lo que he leido hasta ahora es genial!!
Graaaaaaacias. Isidro!!!!!! Lo de hablar sola comenzaba a ser, no sé como calificarlo. Un abrazo coreano.
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